Capítulo 1: Comprender la criogenia

¿En qué casos no se puede criopreservar?

Por
Alessia Casali
7 de noviembre de 2025

La crioconservación requiere un nivel mínimo de integridad biológica para ser eficaz. Aunque, en teoría, cualquiera podría optar por la crioconservación, hay situaciones en las que no se puede llevar a cabo una conservación adecuada o en las que la calidad resultante sería demasiado pobre para ofrecer algún beneficio significativo.

La principal limitación es el tiempo transcurrido desde la muerte. El proceso debe iniciarse cuando las células y los tejidos del cuerpo aún están prácticamente intactos. Tras la muerte, la ausencia de circulación y oxígeno provoca una descomposición celular progresiva. A lo largo de varios días, la descomposición se hace irreversible, destruyendo las estructuras moleculares que almacenan la información biológica y neurológica. Si ha transcurrido demasiado tiempo tras la muerte legal, o el cuerpo se ha mantenido a temperatura ambiente normal durante largos periodos, ya no es posible su conservación satisfactoria.

Otra limitación tiene que ver con el estado del cuerpo. Los traumatismos graves, las lesiones cerebrales extensas o cualquier proceso que destruya físicamente los tejidos imposibilitan una conservación eficaz. Esto incluye casos como accidentes graves, quemaduras, descomposición avanzada o situaciones en las que ya se han extirpado órganos y tejidos. Para que la criopreservación tenga éxito, la anatomía general, especialmente la del cerebro, debe estar prácticamente intacta.

Si una persona ya ha sido enterrada o incinerada, la crioconservación ya no es una opción. El entierro expone el cuerpo a la actividad microbiana, la humedad y la presión, que degradan rápidamente los tejidos, mientras que la incineración destruye irreversiblemente toda la estructura biológica. Ni siquiera la exhumación tras un breve periodo bajo tierra restablecería el nivel de conservación necesario para que la criogenización tenga valor.

La preparación y el acceso desempeñan un papel crucial a la hora de determinar si una crioconservación puede llevarse a cabo con éxito. La rapidez con la que el equipo de standby y criopreservación puede llegar al paciente afecta directamente a la calidad de la preservación, pero la preparación antes de ese momento es igualmente importante. Disponer de un método de financiación adecuado garantiza que el procedimiento pueda llevarse a cabo inmediatamente sin retrasos financieros o logísticos. Completar toda la documentación legal y médica con antelación garantiza que el equipo pueda actuar lo antes posible una vez declarada la muerte. También es esencial informar a la familia, cuidadores y contactos cercanos sobre los deseos de la persona, para que sepan con quién ponerse en contacto y qué pasos dar cuando llegue el momento.

El uso de herramientas de identificación de emergencia, como una pulsera o un collar, ayuda a alertar al personal médico y a los servicios de emergencia de sus deseos de criopreservación, garantizando una comunicación rápida con el equipo de standby . En conjunto, estos preparativos permiten una respuesta rápida y coordinada, el factor clave que determina la calidad final de la conservación.