Todo lo que te hace ser quien eres, tus recuerdos, personalidad y hábitos, procede de tu cerebro. Es el registro de tu vida. Cada recuerdo y habilidad existe en la forma en que las células de tu cerebro se conectan y hablan entre sí. Estas conexiones determinan tu forma de pensar, recordar y actuar.
En la criónica, el objetivo es proteger esas conexiones. El cerebro es más que un órgano que controla el cuerpo, es la base física de la identidad. Si podemos mantener a salvo su estructura, también podremos mantener a salvo la información que define a una persona.
Cuando alguien es declarado legalmente muerto, su cerebro aún contiene esta información durante un breve periodo de tiempo. El objetivo de la criónica es preservarlo antes de que empiece a descomponerse. El proceso comienza enfriando el cuerpo y sustituyendo el agua del interior de las células por soluciones crioprotectoras especiales. Estas soluciones evitan la formación de hielo, que de otro modo podría dañar las células. A continuación, el cuerpo, y especialmente el cerebro, se enfría a temperaturas muy bajas en las que se detiene la actividad biológica.
No es lo mismo que la muerte en el sentido tradicional. El objetivo es detener la vida, no acabar con ella. La idea es que la medicina futura pueda reparar los daños de la enfermedad y el envejecimiento, y reiniciar el cuerpo y el cerebro a partir de este estado preservado.
El almacenamiento de la memoria en el cerebro es complejo pero físico. Depende de patrones en redes de neuronas. La investigación en neurociencia apoya que los recuerdos se almacenan en estas estructuras como cambios físicos duraderos. Si esas estructuras permanecen intactas, la información que contienen también puede sobrevivir.
La criónica se centra en preservar esta información de la forma más completa posible. Aunque hoy en día nadie puede revivir un cerebro crioconservado, la ciencia actual apoya la creencia de que puede mantenerse la información esencial, es decir, la identidad. Los avances en reparación molecular y cartografía cerebral en el futuro podrían hacer posible la recuperación.
Sin embargo, ¿qué significa seguir siendo "tú"? Muchos ven la identidad como el patrón de información en el cerebro. Si ese patrón se conserva, la persona podría, en principio, continuar desde donde lo dejó una vez que la restauración sea posible.