La criopreservación humana, a menudo denominada criónica o, más exactamente, biostasis, es un procedimiento médico avanzado que pretende detener el proceso de la muerte utilizando temperaturas criogénicas. Se realiza en personas que han sido declaradas legalmente muertas, con el objetivo de preservarlas en un estado de estasis biológica hasta que la tecnología médica futura sea capaz de tratar la causa de su muerte, reparar los daños acumulados y devolverles la salud. Esta práctica no es una garantía de vida futura, sino más bien una ambiciosa intervención médica, un puente hacia un futuro potencial en el que las enfermedades intratables de hoy puedan llegar a ser curables.
En esencia, la criopreservación humana es la práctica de preservar un cuerpo humano, especialmente el cerebro, a la temperatura del nitrógeno líquido ($-196^{circ}$C) después de que se haya declarado la muerte legal.1 La premisa fundamental es que la muerte es un proceso y no un acontecimiento instantáneo. Interviniendo rápidamente tras la parada del corazón, es posible detener la degradación celular que conduce a un deterioro biológico irreversible. Esto coloca al paciente en un estado de biostasis, en el que toda la actividad metabólica se detiene de forma efectiva, lo que permite conservarlo indefinidamente sin mayor deterioro.1
Este concepto suele entenderse mejor a través de la analogía de la "ambulancia al futuro "3. Cuando una persona padece una enfermedad que los hospitales actuales no pueden tratar, la crioconservación actúa como una forma de medicina de urgencia definitiva. Transporta al paciente a través del tiempo a un "hospital del futuro" donde podría existir la tecnología necesaria para el tratamiento. Esto desafía la definición convencional de "final de la vida". El desarrollo de la reanimación cardiopulmonar (RCP) en los años sesenta transformó lo que antes se consideraba la muerte definitiva (parada cardiaca) en un acontecimiento médico tratable. Del mismo modo, la criopreservación propone que lo que hoy se considera "muerte" puede ser simplemente un reflejo de los límites de las capacidades médicas actuales.1
Para ajustar mejor el procedimiento a sus fundamentos médicos y biológicos, y para distanciarlo de las connotaciones de ciencia ficción, organizaciones como Tomorrow Bio prefieren el término "biostasis".4 La biostasis es un estado de animación suspendida que se produce de forma natural en algunos organismos. La criopreservación es actualmente el método más avanzado desarrollado para inducir este estado en los seres humanos.5 Aunque la recuperación de este estado no es posible actualmente y su viabilidad futura sigue siendo desconocida, no existe ninguna ley biológica o física fundamental que demuestre que es imposible.1