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¿Cómo implementó la corporación del Grupo Kokubu, con 300 años de antigüedad, un estilo de liderazgo orientado a la misión y basado en un código de conducta y confianza?
El Grupo KOKUBU es uno de los principales mayoristas de alimentos y licores de Japón. Desde su fundación en 1712, la empresa ha colaborado con otras organizaciones para ofrecer distribución de alimentos en todo el país.
Los jefes de la familia Kokubu han mantenido el espíritu de "La confianza es lo primero" generación tras generación. Para incorporar profundamente este espíritu, han establecido preceptos y reglas familiares, que se reforzaron constantemente a lo largo de los siglos, sin alterar los valores fundamentales ni el propio espíritu. En este artículo, analizaremos cómo la implantación de una filosofía de liderazgo basada en unos valores, una misión y una visión claros, ayudó a Kokubu a convertirse en una organización que ha durado cientos de años.
En 1712, Kanbei Kokubu IV abrió una tienda al por menor en Edo Nihombashi y puso en marcha una operación de elaboración de salsa de soja para complementar la participación en el comercio de telas de kimono. En 1756, Kanbei Kokubu V trasladó la tienda a otro lugar y los productos de salsa de soja elaborados en su fábrica se etiquetaron con el logotipo "Kikkodai".
En 1859, Kanbei Kokubu VIII inició el comercio de té. Esto ocurrió sólo seis años después de que la Armada estadounidense llegara con una escuadra a la bahía de Uraga, lo que obligó a Japón a abrir sus fronteras al mundo. En 1880, la empresa cerró la fábrica de salsa de soja y comenzó su negocio de venta al por mayor de una gran variedad de productos alimenticios.
En 1923, la tienda fue destruida por un terremoto, pero las obras de reconstrucción comenzaron inmediatamente y se hicieron esfuerzos para suministrar salsa de soja como una necesidad diaria en el Japón de principios del siglo XX. En 1928, la empresa comenzó a expandirse por todo Japón, abriendo sucursales en diferentes ciudades. En 1931, terminaron la construcción de su primer edificio, que se convirtió en la sede del grupo. Durante la Segunda Guerra Mundial, la empresa detuvo todas sus actividades de expansión.
En las décadas que siguieron a la guerra, la empresa invirtió mucho en nuevos productos, en la modernización del sistema y en la expansión, abriendo sucursales en más ciudades de todo Japón. En 1971, la empresa publicó su primer plan de gestión a largo plazo. En 1975, finalizó la construcción de su segundo edificio y actual sede.
En el año 2000, las cifras de ventas anuales de Kokubo & Co. Ltd superó los 10.000 millones de dólares. Durante la década de 2000, la empresa siguió ampliando capital e invirtiendo en nuevas unidades de negocio. En 2012, la empresa celebró su 300 aniversario. Durante la década de 2010, la empresa siguió invirtiendo en China y aumentó su capacidad de distribución global. En 2016, la sede de la empresa pasó a llamarse oficialmente Kokubu Group Corporation y comenzó su décimo plan de gestión a largo plazo.
Los registros indican que Kokubu se fundó a principios del siglo XVIII, comenzando como fabricante de salsa de soja. En 1712, el cuarto Kanbei de la familia Kokubu construyó una fábrica de salsa de soja
en la actual prefectura de Ibaraki. El mismo hombre también abrió una tienda en Edo (actual Tokio). En aquella época, la fabricación de salsa de soja florecía en toda la región de Kanto.
La historia de Japón se compone de varias épocas y guerras diferentes que dieron forma al centro político del país. Una de esas épocas es el final del periodo del shogunato, en el que el shogun (un tipo de señor de la guerra) era el gobernante "de facto" de Japón, mientras que el emperador era una figura más institucional. Después de que la Armada estadounidense (con acorazados a vapor) invadiera la bahía de Uraga en 1853, la sociedad japonesa, y especialmente el emperador, quedaron totalmente conmocionados. El emperador Meiji se dio cuenta de lo anticuados y extremadamente vulnerables que eran en comparación con otras naciones. Comprendió que los estadounidenses podían arrasar toda la capital japonesa en un par de horas, utilizando la artillería de sus barcos. Por ello, el Emperador decidió iniciar reformas estructurales para abrir Japón al mundo y acabar con el shogunato de los Tokugawas (clan que gobernó Japón durante casi 300 años). La conmoción de los últimos años del shogunato y de la Restauración Meiji obligó a muchas empresas a tomar decisiones difíciles.
Cuanto más grandes eran las organizaciones y más profundas sus relaciones con el poder político, más difícil era la elección. En el caso de la fábrica de salsa de soja Kokubu, aunque la empresa no tenía afiliaciones políticas, la elección a la que se enfrentaron el jefe de la familia, Kanbei Kokubu VIII, y su personal debió ser extremadamente difícil.
Aun así, los cambios siempre traen oportunidades. La decisión de Kokubu de cerrar su fábrica de salsa de soja y centrarse en la venta al por mayor de productos alimentarios le brindó la oportunidad de expandirse. Teniendo en cuenta el paso que dio Kokubu, la organización se convirtió en pionera en el mercado de la venta al por mayor de productos alimentarios.
Hoy en día, Kokubu sigue vendiendo principalmente productos alimentarios y es la empresa líder de Japón en el sector de la venta al por mayor de licores y productos alimentarios. A lo largo de los agitados tiempos, lo que hizo que el grupo mantuviera unidos con éxito diferentes negocios fue la reputación familiar. Construida a lo largo de generaciones, la reputación familiar propició cambios en la forma de hacer negocios.
El grupo consta actualmente de 49 empresas y filiales, con presencia mundial en 60 países. Sus unidades de negocio se componen de 313 ubicaciones, una línea de productos de 600K artículos, 10K proveedores y más de 35K clientes corporativos. Las ventas anuales del Grupo KOKUBU en 2021 alcanzaron los 1,881 billones de yenes (unos 13.700 millones de euros).
Lo más interesante del Grupo Kokubu es que, a pesar de llevar cientos de años en el comercio de productos alimentarios al por mayor, está abierto al cambio. En su libro, el profesor Funabashi entrevistó al Sr. Kanbei Kokubu XII (actual jefe del Grupo Kokubu). El Sr. Kokubu llega a afirmar que su empresa está dispuesta a avanzar hacia la industria manufacturera, los servicios o la industria financiera si el comercio no es la respuesta. La tradición se encuentra con la adaptabilidad.
Durante la entrevista con el profesor Funabashi, Kanbei Kokubu XII (también conocido como el 12º Kanbei) dice:
"A fin de cuentas, la confianza cuenta cuando se trata de ser una empresa capaz de sobrevivir a grandes cambios. En nuestro negocio es imposible comprar o vender productos sin confianza. Nunca dejes de cumplir una promesa, y sé sincero a la hora de pagar lo que debes. Eso es lo esencial. Las cosas cambian, así que debemos adaptarnos. En nuestra empresa, no tenemos una política de aferrarse a nuestro actual trabajo principal y proteger el negocio familiar".
Para la familia Kokubu, la confianza es el rasgo de carácter más importante, tanto a nivel personal como empresarial. Sobre este tema, Kanbei Kokubu X (jefe de la empresa desde hace dos generaciones) hizo comentarios muy contundentes. El periodo de Kanbei X (1883-1975) fue muy difícil, con acontecimientos como el Gran Terremoto (a principios del siglo XX), la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial (1945), y el desorden posterior, etc. Dice:
"No tengo ningún secreto especial para mantenerme sano. Como con moderación por muy deliciosa que sea la comida y nunca tomo más de una pequeña taza de sake de una vez. Y continuamente estoy atento a sutiles indicios de oportunidades comerciales. Afortunadamente, aquí en Kokubu, gracias a la colaboración de todo el personal de la tienda, el lema de derecho "El espíritu de Kokubu es la confianza misma" no se ha perdido ni antes ni después de la guerra. Esto es una alegría y estoy agradecido por ello".
Este espíritu de "la confianza es lo primero" se ha convertido en un principio de Kokubu como entidad corporativa. En el libro del profesor Funabashi, el duodécimo Kanbei Kokubu concluye con su adición al código de conducta de Kokubu, donde la dirección debe ser la primera en ser disciplinada. Añade:
"Lo que tengo en cuenta como presidente es pensar en cómo hacer que los empleados aporten ideas creativas o cómo motivarlos para que lo hagan, porque son ellos los que hacen el trabajo. Sólo doy instrucciones generales y evito dar demasiados detalles. Sin embargo, hay tres reglas que tengo grabadas en el corazón: no dejar nunca de premiar la buena conducta; ser justo con todo el mundo; y todos, incluido yo mismo, debemos seguir las normas establecidas".
El término que Kanbei X utilizó para apoyar este rasgo de carácter a lo largo de las generaciones, "el lema correcto", tiene todo el sentido. Se enfrentó a varias dificultades en una época en la que Japón era uno de los países peor valorados del mundo. Aun así, mantuvo el espíritu de confianza. En una organización joven como Tomorrow Bio (o cualquier otra dentro de la industria de la criónica), donde el tiempo y la sostenibilidad a largo plazo son variables desconocidas, mantener el espíritu de confianza tiene que estar en el centro de todo lo que hacemos.
¿Qué lecciones sobre cómo sostener organizaciones durante tanto tiempo pueden Tomorrow Bio y la industria de la criónica aprender del viaje de Kokubu? La empresa se enfrentó a muchos retos, pero siguió avanzando en el camino correcto. Han demostrado una increíble capacidad de cambio, a veces con reformas extremas. Está claro que la adaptabilidad no es lo contrario de la tradición.
La lección más importante aquí es la construcción de la CONFIANZA. Toda la industria criónica debe ser digna de confianza en todos los aspectos del oficio. Sin confianza, no hay criopreservación, ni investigación, ni reanimación futura. La confianza es la base de todo lo que esta industria pretende conseguir.
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