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Muchos productos prometen alargar la vida. ¿Cumplen sus promesas?
Alrededor del mundo, las personas están adoptando ciertos comportamientos para vivir una vida más larga y saludable. Algunas de estas prácticas pueden ayudarles realmente, mientras que otras definitivamente no lo harán. Como trabajamos en el campo de la longevidad y sabemos lo que significa querer vivir más tiempo, hemos decidido echar un vistazo a algunos de los mitos más comunes sobre la prolongación de la vida. Tal vez, después de leer este artículo, dejes algunos comportamientos no tan útiles y te centres en los más efectivos, como comer sano, hacer algo de deporte y apuntarte a la criónica 😉 .
Piensa en los buenos y malos hábitos que influyen en tu vida. Algunos son bastante sencillos. Al llevar una dieta sana y variada, proporcionas a tu cuerpo todos los nutrientes necesarios para funcionar correctamente, y esto no puede ser sino un buen hábito. En cambio, encender un cigarrillo varias veces al día y llenar los pulmones de partículas de gas y una mezcla de más de 7.000 sustancias químicas no puede ser saludable.
Pero algunas recomendaciones para vivir más tiempo son mucho menos obvias (y precisas). Tal vez algo que escuchaste de la abuela, una afirmación sobre la longevidad leída en alguna revista casi científica o engañosos anuncios publicitarios. Aclaremos los mitos más comunes sobre la prolongación de la vida.
¿Le resulta familiar la escena de los padres que hacen tomar a sus hijos una cucharada de aceite de pescado porque es "bueno para el cerebro"? Tanto si lo ha experimentado usted mismo como si lo ha visto en alguna película, la idea de utilizar el aceite de hígado de bacalao para la salud y la longevidad existe desde hace cientos de años. Hoy en día, afortunadamente, también se fabrica en forma de pastillas, lo que hace que sea mucho más fácil ingerirlo. ¿Es realmente necesaria esta práctica o se trata de un mito?
El aceite de pescado, como su nombre indica, es un aceite derivado de los tejidos de varios peces (caballa, arenque, atún y salmón). Es rico en ácidos grasos omega-3 ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Estos ácidos son un aporte esencial para el funcionamiento de nuestro organismo. Numerosas investigaciones demuestran que un consumo adecuado de omega-3 pueden beneficiar nuestra salud. Las personas que comen mucho pescado suelen tener un menor índice de enfermedades cardíacas, mejorar los niveles de colesterol y reducir la presión arterial. Además, estos ácidos pueden mejorar los síntomas de enfermedades mentales como la depresión. Pueden favorecer la salud ocular, reducir la inflamación y mejorar los síntomas del asma. Ahora bien, hay un "puede" delante de todas estas frases porque los investigadores no han proporcionado ningún resultado concluyente. De hecho, otros estudios no mostraron ninguna correlación con los ácidos grasos omega-3 y las enfermedades cardiovasculares o la prevención del cáncer.
La cuestión es que, si bien las pastillas de aceite de pescado podrían ayudar a las personas con ciertas enfermedades, en su mayoría son innecesarios para las personas sanas. Dicho esto, no estamos afirmando que tomar pastillas de aceite de pescado sea inútil. Si no consumes pescado o frutos secos y semillas ricos en omega-3 de forma habitual, podrías considerar añadir un suplemento a tu dieta. Podría ayudarte a estar más sano. Sin embargo, no es probable que alargue tu vida.
Durante décadas, los antioxidantes se han anunciado como el antídoto contra el envejecimiento. Quizá te decepcione descubrir que atiborrarte de bayas, productos para el cuidado de la piel ricos en antioxidantes y suplementos alargará tu vida. Pero antes de explicar por qué los antioxidantes no son la solución que buscamos, ¿qué son exactamente?
Empecemos por la raíz. La oxidación es una reacción química en la que se transfieren electrones de una molécula a otra. En la naturaleza, la oxidación se produce constantemente: por ejemplo, cuando una rodaja de manzana se vuelve marrón o cuando el cobre adquiere ese bonito color aguamarina. La oxidación también se produce en el cuerpo humano, provocando la liberación de radicales libres.Los radicales libresson átomos inestables que, en gran número, pueden causar graves daños a las células. Aquí es donde entran en juego los antioxidantes, que se encargan de que haya la cantidad justa de radicales libres en el cuerpo. Cuando el número de antioxidantes y de radicales libres está desequilibrado, el cuerpo entra en un estado llamado estrés oxidativo. El estrés oxidativo está implicado en varias afecciones relacionadas con la edad que querrás evitar si tu plan es vivir más tiempo.
Dicho esto, ¿hasta qué punto son buenos los antioxidantes para nuestro organismo? Aunque es importante seguir una dieta que incluya alimentos ricos en antioxidantes, los suplementos pueden tener el efecto contrario. El estrés oxidativo se produce tanto cuando tenemos demasiados o pocos radicales libres en nuestro cuerpo. Mantener un buen equilibrio es la clave. En cuanto a los productos para la piel que contienen antioxidantes, se ha demostrado que pueden proteger contra los rayos UV, calmar la inflamación y retrasar el envejecimiento prematuro (pero no el intrínseco). Así que, para resumir, asegúrate de tener un ingreso equilibrado de antioxidantes y recuerda que los radicales libres no son el enemigo.
En los últimos años ha habido un boom de productos con probióticos añadidos. Todos los supermercados respetables tienen su cuota de yogures, zumos, barritas de cereales y demás productos ricos en probióticos. Parece que todo el mundo intenta añadir más de estos pequeños microorganismos a su dieta. Ahora bien, ¿se trata de publicidad engañosa para que la gente elija un determinado producto en lugar de otro innecesariamente, o realmente necesitamos los probióticos en nuestras vidas?
Es posible que ya hayax oído que en nuestro cuerpo hay unos 39 billones de bacterias (el 0,3% de nuestro peso corporal). La mayoría de ellas se encuentran en nuestro tracto gastrointestinal y forman la llamada microbiota intestinal. Los microbios intestinales influyen en muchos aspectos de la salud humana, como los rasgos inmunológicos, metabólicos y neuroconductuales. Además, sin una microbiota útil somos vulnerables a una variedad de enfermedades: afecciones inflamatorias, diabetes, diarrea, síndrome del intestino irritable, ansiedad, depresión e irritaciones de la piel, por nombrar algunas. Por lo tanto, tiene sentido que quieras nutrir a tus huéspedes intestinales. Y esto puede hacerse con la ayuda de los probióticos.
La cuestión principal es que hay varias cepas de microbios y estos interactúan con nuestro cuerpo de forma diferente. Mientras que el intestino puede necesitar algunas cepas de bacterias, otras podrían ser innecesarias e incluso crear un desequilibrio poco saludable. Por lo tanto, si piensas utilizar probióticos para prolongar tu salud y tu vida, compra productos que contengan el tipo de bacterias que realmente necesitas. Y asegúrate de que también contienen prebióticos (alimentos probióticos). Sin ellos, el ácido estomacal mataría la mayoría de los probióticos antes de que lleguen al intestino.
Durante un día normal, nuestro cuerpo entra en contacto con diversas sustancias que, en grandes cantidades, podrían ser tóxicas para nosotros. Entre las posibles fuentes de toxicidad se encuentran los medicamentos, el alcohol, las sustancias presentes en nuestros desinfectantes, los envases de plástico y los productos de limpieza, los pesticidas presentes en nuestros alimentos y el humo del tabaco o el smog. Entonces, si alguien te dijera que siguiendo una determinada dieta podrías librar tu cuerpo de estas toxinas, ¿no lo harías?
La mayoría de nosotros lo haría y, gracias a ello, el mercado mundial de productos de desintoxicación está valorado en unos 50.000 millones de dólares. Este mercado abarca desde las dietas de desintoxicación, los zumos, los suplementos y las mascarillas hasta la limpieza completa del tracto intestinal grueso mediante el lavado con agua y hierbas.
En realidad, nuestro cuerpo no necesita ayuda para deshacerse de las toxinas. De hecho, la mayoría de los cuerpos sanos son capaces de procesar y deshacerse de las toxinas por sí mismos. Estamos equipados con un sistema de desintoxicación incorporado: el hígado, los riñones y el colon. Sin embargo, si una toxina consigue entrar en nuestro torrente sanguíneo, nuestro cuerpo va a procesarla. La idea de que tenemos toxinas nocivas en nuestro cuerpo de las que tenemos que deshacernos es, en su mayor parte, un mito del marketing.
Obviamente, nadie te va a impedir que hagas una dieta de desintoxicación después de los atracones de las fiestas navideñas. Evitar el alcohol, el café, los cigarrillos, los alimentos procesados y el azúcar refinado durante un tiempo es muy probable que sea bueno para tu cuerpo. Pero las dietas de desintoxicación rígidas probablemente no te salvarán de las enfermedades causadas por la acumulación de sustancias tóxicas a lo largo de los años.
Alrededor del 1% de la población mundial padece un trastorno genético llamado enfermedad celíaca. Su cuerpo tiene una reacción autoinmune cuando ingieren gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno. Esto provoca una atrofia de las vellosidades, lo que da lugar a una mala absorción, que puede causar dolor abdominal, pérdida de peso y desnutrición. Los investigadores identificaron la enfermedad celíaca alrededor del año 1900, pero no fue hasta 1953 cuando consiguieron descubrir que el gluten era la causa (y que una dieta sin gluten era la solución).
Como muchas dietas occidentales dependen en gran medida del trigo, pasó algún tiempo antes de que se fabricaran productos como pan, galletas y cerveza sin gluten, entre otros. Para gran alegría de los celíacos, los productos sin gluten se convirtieron en la nueva moda para alargar la vida de las últimas décadas, impulsando la producción de una increíble variedad de productos. Pero no todo es sol y rosas. La tendencia ha eclipsado una enfermedad bastante grave, con el riesgo de que algunos restaurantes presten menos atención a la contaminación por gluten.
Ahora, muchas personas defienden los beneficios de una dieta sin gluten incluso para aquellos que no son celíacos o sensibles al gluten. Se ha culpado al gluten de varias afecciones: asma, afecciones de la piel, caída del cabello, dolores articulares, intolerancia a la lactosa, dolores de cabeza, hinchazón, sobrepeso y altos niveles de azúcar en sangre. Pero la verdad es que, si no tienes ninguna necesidad médica de evitar el gluten, sería mejor que no lo hicieras. Los alimentos sin gluten no son más saludables:
Actualmente, la criónica podría ser la única cosa capaz de prolongar realmente tu vida y tu salud. La criónica, también conocida como biostasis, es una tecnología médica avanzada que se ha ido desarrollando en los últimos 60 años. Mediante el uso de temperaturas muy bajas, se puede mantener a una persona en un estado de pausa biológica después de su muerte legal. Un proceso llamado vitrificación permite conservar el cuerpo con el menor nivel de daño posible durante un tiempo indefinido.
¿Cuál es el objetivo de todo esto? Teniendo en cuenta los avances de la tecnología médica, esperamos que las causas de muerte, que hoy son incurables, sean curables en el futuro. Si y cuando esto ocurra, las personas criopreservadas podrían ser tratadas y reanimadas. Así tendrían la posibilidad de vivir una vida prolongada en el futuro.
Por diversas razones, no podemos predecir con certeza que este método vaya a funcionar. Dado que la tecnología necesaria para la reanimación es compleja, pasará algún tiempo antes de que se desarrolle. Además, no podemos saber qué nos espera en el futuro. Si observamos los patrones de nuestro pasado, esperamos que los avances tecnológicos sigan mejorando nuestras vidas, como siempre lo han hecho. Quizá nos permitan desarrollar tecnologías de reanimación y salvar la vida de quienes, con la tecnología actual, estarían condenados.
La criónica puede ser el único medio conocido hoy que nos permita vivir más tiempo. Un poco más complejo que ingerir unos cuantos suplementos vitamínicos o seguir una determinada dieta, pero muy probablemente eficaz. Eres tú quien decide si merece la pena probarlo.
Aunque la mayoría de las personas disfrutan de una vida más larga y saludable, los conocimientos actuales aún están muy lejos de encontrar una cura para el envejecimiento. Esto se debe principalmente a que el envejecimiento es un proceso complejo que consta de varios procesos más pequeños y la tecnología médica tiene que encontrar una cura para todos ellos antes de poder derrotar finalmente al envejecimiento en su conjunto.
Cada vez más personas consideran que la criónica es posiblemente la única solución. Puede que funcione o no. Pero si lo hace, tendrías la oportunidad de experimentar el futuro. Si crees que esto puede ser algo para ti, regístrate y únete a nuestra comunidad. Si quieres saber más, programa una llamada con uno de nuestros expertos. Siempre estamos dispuestos a responder a tus preguntas.
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