Descubra cómo la nanotecnología podría beneficiar a criónica.
Cuando pensamos en el futuro, tendemos a pensar en coches voladores u hologramas, no en nanotecnología que beneficie a criónica. Sin embargo, este tipo de tecnología podría revolucionar nuestro mundo más allá de lo que podemos imaginar ahora mismo.
Gran parte del éxito potencial de criónica dependerá de la tecnología de reparación celular. Sin embargo, para realizar cualquier tipo de reparación en nuestras células, debemos comprender y manipular sus componentes más básicos: átomos y moléculas. Aquí es donde entra en juego la nanotecnología.
Imagínese poder controlar moléculas capaces de dirigir células individuales u operar maquinaria de una milmillonésima parte de un metro de tamaño. La nanotecnología podría permitírnoslo.
Aunque las posibilidades parezcan difíciles de comprender, hay muchas investigaciones científicas que sugieren que estamos a punto de lograr grandes avances tecnológicos. Este artículo explica cómo la nanotecnología podría desarrollar la tecnología de reparación celular y cambiar nuestro futuro colectivo.
La teoría que sustenta la nanotecnología fue conceptualizada por primera vez en 1959 por el investigador estadounidense Richard P. Feynman. Fue el primero en hablar de la manipulación de objetos minúsculos para reforzarlos o repararlos. La idea permaneció latente hasta que K. Eric Drexler publicó en 1986 su libro Engines of Creation: The Coming Era of Nanotechnology de K. Eric Drexler inició un debate científico más serio sobre las posibilidades de esta ciencia. Aquí se utilizó por primera vez el término "nanotecnología" o "tecnología molecular".
La nanotecnología es la ciencia que se ocupa del diseño, la síntesis, la caracterización y la aplicación de materiales y dispositivos a escala nanométrica. A esa escala, los cambios minúsculos en células individuales pueden alterar toda su estructura.
También es una ciencia multidisciplinar que combina elementos de la biología, la química y la física, y ha ganado gran popularidad por los conceptos revolucionarios que podría posibilitar. Uno de ellos es la nanotecnología molecular (MNT), que podría ayudar en el campo médico a tratar enfermedades.
La MNT es una forma avanzada de nanotecnología que los científicos se esfuerzan por comprender y controlar. Su principio es poder manipular las cosas átomo a átomo para crear algo totalmente distinto. Eso significa que podríamos fabricar, reparar o regenerar cualquier cosa dentro del cuerpo.
Aunque en la actualidad no disponemos de las capacidades necesarias para ello, no es inconcebible que la MNT acabe siendo posible. Pero, ¿cómo ayudaría esto a la reparación celular?
Existe un campo de estudio en curso dedicado al desarrollo de la nanotecnología en medicina denominado nanomedicina. Aunque aún está en pañales, la esperanza es que la medicina se beneficie enormemente de los avances en MNT.
A medida que mejore nuestra comprensión de esta tecnología, mejorará también nuestro conocimiento de la base de las enfermedades. Podremos comprender cómo responden las moléculas del organismo a las enfermedades y contrarrestar así sus efectos. De este modo, los diagnósticos serán más sofisticados y las terapias más eficaces y preventivas.
Cuando los médicos tengan acceso a la nanotecnología, podrán tratar y curar la mayoría de las enfermedades que afectan a la población. Esto puede lograrse produciendo nanobots capaces de reparar células. Estas diminutas creaciones se colocarían dentro del cuerpo y serían capaces de localizar y tratar las células dañadas.
Ya no serían necesarias las grandes intervenciones quirúrgicas, siempre y cuando los nanodispositivos teledirigidos capaces de reparar o regenerar tejidos estuvieran ampliamente disponibles. Los médicos también podrían tratar la mayoría de las lesiones físicas y aumentar así enormemente la longevidad. La nanotecnología tiene el potencial de convertirse en la base de todos los tratamientos médicos del futuro.
En pocas palabras, la nanotecnología podría hacer posible la reanimación de pacientes crioconservados.
En la actualidad, no podemos revivir a los pacientes una vez que han sido crioconservados debido a una multitud de retos de la revivificación. Con la medicina y la tecnología modernas, no podemos tratar la causa de su muerte ni revertir los efectos de los crioprotectores. Sin embargo, si dominamos la reparación, regeneración y síntesis celular, sería posible superar las dificultades actuales a las que nos enfrentamos con la criopreservación. Entre los beneficios potenciales se incluyen:
Está claro que los beneficios para la industria de criónica serían enormes. Tan sísmicos, de hecho, que K. Eric Drexler, el hombre que acuñó por primera vez el término nanotecnología, ha firmado para ser criogenizado tras su muerte legal. Su confianza y fe en las perspectivas de la nanotecnología deberían darnos a todos la esperanza de que el futuro que imaginamos es mucho más tangible de lo que parece.
Podemos ser optimistas sobre las posibilidades que la nanotecnología podría abrirnos, pero no sabemos exactamente cuándo estarán disponibles.
En la actualidad, hay investigaciones en curso que sugieren que la nanotecnología podría ayudarnos a gestionar mejor las epidemias en el futuro, y sin duda se descubrirán más casos de uso con el tiempo.
Hasta que llegue el momento de la nanotecnología avanzada, criónica es la única forma de tener la oportunidad de beneficiarse de estos avances.
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