La investigación sobre la longevidad tiene cinco áreas principales. Descúbralas aquí.
En las últimas décadas hemos presenciado un auge de la investigación sobre la longevidad. Gracias al descubrimiento de los 9 rasgos distintivos del envejecimiento, de los que se tuvo noticia por primera vez en 2013 en la revista Cell, hemos empezado a entender qué ocurre cuando envejecemos. Nuestro cuerpo sufre una serie de procesos a lo largo de los años. Estos procesos nos incapacitan para luchar contra las enfermedades y, en la mayoría de los casos, nos llevan a lo que conocemos como la "muerte por vejez". Ahora bien, la investigación sobre la longevidad ha ido avanzando (y en este artículo veremos cómo). La cuestión sigue siendo si estos avances son lo suficientemente rápidos o si, por el contrario, debemos confiar en la criónica para tener la oportunidad de una vida prolongada en el futuro.
Mientras piensa en ello, echemos un vistazo a las cinco principales áreas de investigación que podrían ofrecer la tan esperada cura para el envejecimiento.
Un área muy importante de la investigación sobre la longevidad es el tratamiento y la prevención de enfermedades y lesiones. El cuerpo de una persona sana y joven está normalmente equipado para luchar contra las enfermedades. Sin embargo, a medida que uno envejece, estos mecanismos de defensa se debilitan. No es raro caer enfermo y morir por una gripe o una infección causada por un simple corte cuando uno es viejo.
La razón de ello se encuentra en los 9 rasgos distintivos del envejecimiento, que contribuyen a varios problemas relacionados con la edad. La inestabilidad del genoma y la disfunción mitocondrial, por ejemplo, conducen a la acumulación de errores a nivel genético y celular. La pérdida de proteostasis contribuye a la acumulación de proteínas dañadas. Debido al desgaste de los telómeros, las células dejan de ser capaces de dividirse. Si se añade esto a los efectos del agotamiento de las células madre y la senescencia celular, no es de extrañar que el cuerpo acabe teniendo problemas. El organismo humano que envejece, enfrentado a una serie de errores, disfunciones y células incapaces de regenerarse, tiene dificultades para luchar contra cualquier enfermedad.
Por ello, uno de los aspectos esenciales de la investigación sobre la longevidad es el desarrollo de tratamientos y fármacos que permitan superar las enfermedades.
Veamos algunas terapias interesantes que podrían dar forma al futuro de la investigación sobre la longevidad.
Las células madre son células indiferenciadas que pueden convertirse en células específicas cuando el cuerpo las necesite. Hay dos tipos diferentes de células madre. Las células madre embrionarias son las que se encuentran en un embrión. Son células pluripotentes: pueden dividirse en más células madre o convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo. En cambio, las células somáticas se encuentran en un estado inespecífico, pero están más especializadas que las células madre embrionarias. Desde el momento en que nacemos, nuestro cuerpo está dotado de un cierto número de células madre somáticas, que son importantes para la creación de nuevos tejidos corporales. Con el paso de los años, el número de células madre de las que disponemos disminuye. En caso de que el cuerpo contraiga una enfermedad que genere daños en los tejidos, no disponer de células madre sería un problema.
Afortunadamente, la investigación terapéutica sobre la longevidad intenta desarrollar terapias con células madre. Las células madre se cultivan en el laboratorio y se especializan en los tejidos necesarios. Luego se implantan en el paciente para reparar los tejidos lesionados. Entre las personas que podrían beneficiarse de estas terapias se encuentran las que tienen lesiones en la médula espinal, diabetes de tipo 1, enfermedad de Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad de Alzheimer, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, quemaduras, cáncer y artrosis.
Por el momento, la única terapia con células madre disponible es el trasplante de médula ósea (que puede ayudar a tratar enfermedades relacionadas con la sangre, como la leucemia). El avance de la investigación en este campo podría ayudar a vencer muchas enfermedades relacionadas con la edad.
Una forma de alargar la vida de las personas es tratar las enfermedades que de otro modo las matarían. Otra forma es anticiparse a estas enfermedades y evitar que hagan daño. Aquí es donde entra en juego el campo de la medicina definido como diagnóstico predictivo.
El diagnóstico predictivo utiliza grandes cantidades de datos para hacer predicciones y determinar resultados. Puede ser útil para predecir con exactitud si una persona puede contraer una determinada enfermedad. Puede ayudar a definir cómo reaccionará un paciente a un determinado tratamiento comparando sus datos de la vida real con una base de datos de casos anteriores. Puede evaluar la posibilidad de recaída tras enfermedades como el cáncer. Incluso puede predecir los pacientes en riesgo en sus hogares y asistirlos antes de que la situación se agrave.
Imagínese que bastara con reunir algunos datos para poder predecir que una determinada persona va a enfermar. Los médicos podrían entonces tratar la enfermedad en sus primeras fases, cuando aún es manejable. No sólo se salvarían muchas vidas, sino también tiempo y recursos que podrían utilizarse para resolver otros problemas.
En la actualidad, la mayor parte de la medicina predictiva se basa en pruebas de laboratorio, pruebas genéticas e incluso simples análisis de sangre. Por ejemplo, sabemos que el colesterol en sangre es un biomarcador de riesgo de enfermedad coronaria, y que los antígenos específicos de la próstata (PSA) están asociados al cáncer de próstata.
Pero las posibilidades que ofrece la medicina predictiva combinada con la inteligencia artificial son mucho más avanzadas que esto. Probablemente haya oído hablar de algunos laboratorios que ofrecen la posibilidad de analizar su ADN. Lo único que tienes que hacer es enviar una muestra de saliva por correo. En un par de semanas, recibes un informe sobre tu historial genético, tus antepasados y cómo tu ADN influye en tus rasgos faciales, el gusto, el olfato y otros rasgos. Además, algunas marcas ofrecen la oportunidad de obtener información sobre la salud basada en su ADN. Por ejemplo, puedes descubrir que tus genes son más sensibles a la diabetes de tipo 2. Teniendo esta información, ¿no cambiarías tu estilo de vida para evitar esta enfermedad?
Por el momento, estos servicios son de pago. Además, aún no hemos desarrollado el algoritmo necesario para reunir y sacar conclusiones precisas de la masa de datos que poco a poco vamos acumulando. Pero si este servicio se convirtiera en una práctica habitual en los hospitales, podrían evitarse muchas enfermedades potencialmente mortales.
Ahora, la detección precoz y el tratamiento de enfermedades van de la mano de la medicina personalizada, también conocida como medicina de precisión.
Este término se presentó al público por primera vez el 16 de abril de 1999, cuando se publicó un breve artículo titulado "New Era of Personalized Medicine: Targeting Drugs for Each Unique Genetic Profile" (La Nueva Era de la Medicina Personalizada: Medicamentos Dirigidos a Cada Perfil Genético Único) apareció en The Wall Street Journal. Sin embargo, la idea de los tratamientos personalizados no era nueva. Desde el principio de los tiempos, estaba claro que no todas las personas responden de la misma manera al mismo tratamiento. Si se administra un fármaco específico a dos personas con la misma enfermedad, es posible que una se cure y la otra no. ¿Por qué ocurre esto?
Encontrar una respuesta a esta pregunta (y una solución adecuada) es el objetivo de la medicina personalizada.
La medicina personalizada consiste en terapias personalizadas que se adaptan al perfil médico único de un individuo. Observando los marcadores genéticos, es posible determinar tratamientos eficaces.
En la actualidad, la mayor causa de muerte en el mundo es la cardiopatía isquémica, responsable del 16% del total de muertes en el mundo. Si se incluyen otras enfermedades cardiovasculares, el porcentaje se eleva al 18%. El doble que la segunda causa de muerte, el cáncer. Estas cifras no son tan sorprendentes. El corazón, un órgano que pesa una media de apenas 300 gramos, puede considerarse el motor del cuerpo. Con los años, este motor que late 100.000 veces al día se desgasta. Si la investigación sobre la longevidad quiere dar resultados, debe abordar inevitablemente esta cuestión.
En las últimas décadas, la investigación sobre genética cardiovascular ha tenido algunos éxitos en el descubrimiento de nuevas dianas terapéuticas. Por ejemplo, los investigadores descubrieron que dos medicamentos utilizados para evitar la coagulación de la sangre, la warfarina y el clopidogrel, se ven afectados por polimorfismos genéticos específicos. En el caso de la warfarina, los polimorfismos en los genes que codifican la diana molecular del fármaco afectan a la dosis necesaria. En el caso del clopidogrel, una variante en el gen que codifica una enzima específica afecta a la eficacia del fármaco. Conocer la secuencia exacta del ADN del paciente puede ayudar a seleccionar el tratamiento más eficaz. Aún queda mucho por investigar en este campo, pero ya podemos ver su gran potencial.
¿Cómo no hablar de la inteligencia artificial? Los usos de la IA en medicina está generando resultados impresionantes. La única pregunta es a dónde nos llevarán en el futuro.
La idea detrás de la inteligencia artificial es crear máquinas que puedan pensar como los seres humanos (por ejemplo, pensamiento lógico y racional), con una potencia mil veces mayor. Son capaces de analizar una cantidad ingente de datos en muy poco tiempo. Imagine que su médico pudiera comparar su historial médico con el de mil millones de personas en sólo cinco minutos. Probablemente podría sacar conclusiones más precisas y prescribir tratamientos más adecuados.
Las aplicaciones de la IA revolucionarán todos los aspectos de la investigación sobre la longevidad. Pueden ayudar a predecir la posibilidad de enfermedades y a producir medicamentos más eficaces y específicos para cada paciente.
Un ejemplo interesante de investigación sobre IA para el envejecimiento es el construido en 2021 por la Universidad de Surrey. Este modelo de aprendizaje automático puede identificar compuestos químicos que promueven un envejecimiento saludable. La investigación se llevó a cabo en especímenes de Caenorhabditis elegans - ¡los mismos gusanos que se utilizan para la investigación de la criopreservación! Al final de la investigación, consiguieron definir tres compuestos que aumentaban la vida del 80% de la muestra: flavonoides, ácidos grasos y organooxígenos. Utilizados como suplementos y profilácticos, podrían reducir las posibilidades de contraer ciertas enfermedades y alargar la vida.
Por último, pero no por ello menos importante, la criopreservación humana es la última investigación sobre longevidad. Aunque no se centra en la actualidad, puede ser la mejor oportunidad para que las personas vivas hoy en día puedan prolongar su vida de forma efectiva.
Mediante el uso de temperaturas muy bajas y agentes crioprotectores, nuestros equipos de Standby pueden detener la actividad biológica de una persona poco después de su muerte legal. Esto significa que se puede pausar el cuerpo antes de que se produzca la degradación. Como el cuerpo puede almacenarse indefinidamente, la investigación sobre la longevidad tendrá todo el tiempo que necesita para avanzar y vencer a la vejez. Una vez que la investigación se haya desarrollado lo suficiente y la tecnología médica pueda tratar las causas de la muerte, los pacientes criopreservados podrían ser reanimados y vivir mucho tiempo en el futuro.
Es difícil decir cuán altas son las posibilidades de que la criónica tenga éxito. Sin embargo, las posibilidades de encontrar una cura para la vejez en las próximas décadas tampoco son tan altas. En tu mano está decidir si merece la pena probar esta vía. Si se observa la dirección en la que avanza la tecnología médica, hay motivos para el optimismo.
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