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¿Cuál es el objetivo final de la criónica y por qué alguien querría hacerlo?
Una pregunta común que recibimos, especialmente de las personas que se encuentran con la Biostasis o Criónica por primera vez, es: "¿pero por qué?". ¿Cuál es el gran objetivo de la criopreservación humana? ¿Por qué la gente decide tener sus cuerpos legalmente muertos o, como preferimos decir, "biológicamente pausados" almacenados boca abajo en nitrógeno líquido durante posiblemente siglos? En este artículo, tratamos de aclarar los principales propósitos de Tomorrow y algunos de los "porqués" que movieron a nuestros miembros a apuntarse a la biostasis. Quizá se sienta identificado con algunas de estas razones.
Para entender lo que pretende la criopreservación humana, primero tenemos que definir lo que significa la muerte. En el pasado, entendíamos muy poco el proceso de morir. Estás vivo y luego estás muerto. A veces por razones obvias, a veces por razones oscuras. Con el desarrollo de la tecnología médica, ahora entendemos que la muerte está causada por enfermedades y lesiones específicas y que podemos tomar medidas para influir en ellas. Si nuestra tecnología actual está lo suficientemente desarrollada, podemos tratar estas enfermedades y lesiones y combatir temporalmente la muerte. Si no lo está, nos vencen.
La criónica va un paso más allá. Nos permite tomar a personas afectadas por enfermedades y lesiones que actualmente no podemos tratar y "pausar" su degradación (después de la muerte legal). Mediante un proceso llamado vitrificación, sustituimos toda el agua del cuerpo por agentes crioprotectores. Al bajar la temperatura, el cuerpo entra en un estado similar al del vidrio que limita los daños a nivel celular. Los pacientes criopreservados pueden mantenerse en este estado indefinidamente. O, dicho de otro modo, durante el tiempo necesario para que la tecnología médica se desarrolle lo suficiente como para poder tratar finalmente la causa de la muerte y, por tanto, salvar sus vidas.
Cuando se describe así, parece que la crónica podría ser la tecnología médica más increíble que haya inventado la humanidad. Podría ayudar a salvar innumerables vidas. A pesar de ello, mucha gente aún no está convencida de las posibilidades que ofrece la criopreservación humana. Esto se debe probablemente a las diversas limitaciones a las que se enfrenta actualmente la criónica:
Así pues, el propósito último de la biostasis es ser la solución para las enfermedades intratables de hoy en día, permitiendo a las personas tener voz y voto en la limitación de sus vidas. Pero, ¿por qué querría alguien seguir vivo más tiempo del que actualmente es posible?
En el mundo de la criónica se debate desde hace tiempo si es ético querer vivir más tiempo. Los que están en contra de la criónica argumentan que hay que dejar espacio para la siguiente generación. Los que están a favor, en cambio, sostienen que habrá espacio para todos. En un futuro en el que la reanimación sea posible, de hecho, probablemente seremos capaces de producir lo que necesitamos para todos de forma limpia y armoniosa con nuestro entorno.
Además, hay quien dice que la criónica es una opción egoísta. Esto plantea una falacia lógica bastante interesante. Hoy en día, muchas personas adoptan comportamientos que les ayudarán a vivir una larga vida. Comer sano, hacer ejercicio, alejarse del estrés y tomar suplementos, por nombrar algunos. La mayoría de la gente ve con buenos ojos estos comportamientos. Al igual que ven con buenos ojos la medicina de emergencia que salva la vida de personas que estaban condenadas hace sólo unas décadas. Pero, ¿dónde ponemos el límite? ¿En qué punto se supone que debemos impedir que la tecnología médica salve vidas y que la gente haga cosas que podrían hacerles vivir más tiempo?
Mientras reflexionamos sobre estas cuestiones, veamos algunas de las razones por las que los miembros de Tomorrow decidieron apuntarse a la criopreservación humana.
Los seres humanos tendemos a pensar en el futuro y a hacer predicciones. Es una tendencia natural que (irónicamente) basamos en el recuerdo del pasado. Nuestras predicciones sobre el mañana se basan en cómo fueron las cosas ayer.
Cuando intentamos predecir lo que ocurrirá dentro de décadas o siglos, las cosas se complican un poco más. Esto se debe a que, tras la Revolución Industrial, nuestra sociedad ha ido evolucionando exponencialmente. ¿Quién hubiera imaginado hace 100 años que iríamos por ahí hablando con gente del otro lado del globo? Esto nos hace preguntarnos, ¿cómo nos comunicaremos dentro de 100 años?
A pesar de que la predicción del futuro es una tarea desalentadora, los humanos no nos echamos atrás a la hora de hacerlo. Piense en todos los entusiastas de la ciencia ficción que hay y en la gran cantidad de libros, películas y demás que se han producido en futuros posibles.
Biostasis da a la gente la oportunidad de experimentar el futuro. De ver de primera mano si sus predicciones se harán realidad o no. Evidentemente, si piensa que el futuro no es más que dolor y sufrimiento, puede que no le interese experimentarlo. Pero si imagina un futuro en el que la gente vivirá en paz e igualdad, los robots harán la mayor parte del trabajo y tendremos amigos que vendrán de diferentes galaxias... Entonces, ¿por qué no darle una oportunidad a la criónica?
¿Alguna vez ha sentido que le faltaba tiempo constantemente? Entre el trabajo, la familia, algún deporte y tal vez una afición, hay poco tiempo para hacer otra cosa. ¿Cultivar una nueva pasión? ¿Estudiar algo que siempre te ha atraído? ¿Realizar un viaje en bicicleta por Latinoamérica? Siento decírtelo, pero con una esperanza de vida media de poco más de ochenta años, tendrás que decidir qué actividades priorizar y a cuáles renunciar.
Tomemos como ejemplo los viajes. A la mayoría de la gente le encanta visitar nuevos países y visitaría todo el mundo si pudiera. Esto significa 196 países (algunos de los cuales son tan extensos que podrían considerarse más cerca de cinco que de uno). Sin embargo, una persona media (las cifras se refieren específicamente a un británico medio) ha visitado algo menos de 10 países. Más concretamente, 9,58 países, lo que supone algo así como el 5% del mundo.
Mientras algunos se conforman con ver lo que pueden en una vida, otros han optado por la posibilidad de vivir una vida más larga. Para aprender una segunda, tercera y cuarta profesión. Y tal vez para dar ese paseo en bicicleta que alguna vez imaginaron. Tal vez con una bicicleta voladora o algún dispositivo futurista que ni siquiera podemos imaginar.
Desde el comienzo de la humanidad, los avances tecnológicos han mejorado nuestras vidas. Por supuesto, el crecimiento trajo consigo retos y desventajas. Pensemos, por ejemplo, en cuántos de nosotros no seríamos capaces de orientarnos sin Google Maps. O lo difícil que sería para las personas acostumbradas a nuestros niveles de vida sobrevivir sin agua corriente, calefacción y mensajería instantánea. Pero tanto si uno aprecia las comodidades que aporta la tecnología como si lamenta la falta de contacto con la naturaleza en la sociedad moderna, una cosa es cierta. La condición humana, en su conjunto, ha mejorado. Ahora podemos vivir mucho más tiempo que antes. Podemos tratar enfermedades y salvar vidas que en el pasado estaban condenadas. Hemos creado herramientas que dan a las personas con discapacidades el derecho a una vida igualitaria. Desde mapas de audio en 3D para personas con ceguera hasta prótesis biónicas personalizadas, las innovaciones tecnológicas están permitiendo vidas inimaginables en el pasado.
Ahora, imagina que esto es sólo el principio. Que las tecnologías del futuro nos permitirán no sólo implementar los sentidos humanos que faltan, sino añadir otros nuevos. Después de todo, ya se han dado algunos pasos en esta dirección. Como en el caso del artista cíborg Neil Harbisson que, nacido con daltonismo total, ahora puede percibir los colores como sonidos gracias a una antena neuronal implantada en su cráneo. O North Sense, un implante cibernético adosado al pecho que vibra cuando se mira al Norte.
Aunque estas innovaciones pueden parecer extrañas para algunos, a muchos otros les entusiasman. En el futuro, probablemente podremos hacer cosas nunca vistas. Y como no sabemos cuánto tardaremos en llegar a ese futuro, la criopreservación sigue siendo la única solución posible por ahora.
La tecnología para la reanimación de pacientes criopreservados aún no se ha desarrollado. Algunos dicen que nunca lo sucederá (aunque no hay ninguna razón científica que demuestre que no se pueda hacer). Para otros, merece la pena intentarlo. Para muchos, la posibilidad de lo que la humanidad podría ganar es mucho más valiosa que el coste de la inversión.
A cambio de una asequible cuota mensual, los miembros de criónica pueden ayudar a desarrollar una posible tecnología que salve vidas. Esto no sólo podría tratar su enfermedad, sino también darles la oportunidad de ver el mundo del futuro, tal vez convertirse en superhumanos y viajar a otros planetas.
Solo usted puede decidir si la criónica es adecuada para usted. ¿Cree que merece la pena? Si es así, puede inscribirse aquí. Si todavía no está seguro, programe una llamada con nosotros para que podamos responder a todas las preguntas incómodas que siempre se ha echo sobre la criónica.
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