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¿Te interesa ver de primera mano cómo se desarrollan las tecnologías?
El transhumanismo y la criónica (también conocida como biostasis) son como la mantequilla de maní y la mermelada. Rara vez se come una sin la otra. Pero ¿qué son exactamente? ¿Y cómo están relacionados? En este artículo, intentaremos responder a estas preguntas, exponiendo la conexión entre el transhumanismo y la criónica.
"El transhumanismo es una clase de filosofía de la vida que busca la continuación y la aceleración de la evolución de la vida inteligente más allá de su forma actual y de las limitaciones humanas por medio de la ciencia y la tecnología, guiadas por principios y valores que promueven la vida". - Max More (1990)
Ante todo, el transhumanismo es un movimiento filosófico. Es la creencia de que el desarrollo humano aún no ha llegado a su etapa final, y que nuestras formas físicas podrían frenarnos en el futuro. Pero viene acompañado de algunas cuestiones prácticas. Por ejemplo, ¿cómo llegamos a este punto "más allá de lo humano"? Según algunos, la humanidad podría estar ya allí. A los ojos de alguien de la Edad Media, las personas de hoy ya son ciborgs. Diminutos dispositivos en la punta de nuestros dedos nos proporcionan petabytes de información fácilmente disponible. Nos permiten escuchar la voz de alguien en otro continente de forma instantánea. Y sin ellos, a veces nos sentimos perdidos o solos.
De cierta forma, ya estamos en las primeras etapas del progreso transhumano. Pero aún nos queda un largo camino por recorrer. Observando siglos de investigación y progreso científico, los transhumanistas parecen haber identificado unas cuantas tecnologías clave que tienen el potencial de impulsar a la humanidad a su siguiente etapa. Para aclarar, esto no significa que todos los transhumanistas sigan cada uno de estos campos con el mismo interés. Algunos son optimistas cuando se trata de ciertas tecnologías, pero muy escépticos con otras. Teniendo esto en cuenta, veamos algunos de los campos científicos que pueden ser la clave de nuestro futuro transhumano.
La biotecnología, junto con sus sub-ramas como la investigación de genes y células madre, parece ser de especial interés para los transhumanistas. Al menos en teoría, los avances significativos en estas disciplinas podrían conducir a mejoras masivas en la longevidad, la calidad de vida y aportar una ayuda significativa en la lucha contra las enfermedades.
Si existiera una forma de manipular y reorganizar con precisión nuestros genes, no tendríamos que preocuparnos por muchas de las condiciones que nos afligen hoy en día. Las personas podrían influir en su aspecto físico y, posiblemente, en la arquitectura y el funcionamiento interno de sus cerebros. Hoy en día, técnicas como la edición de genes pueden avanzar mucho en esta dirección, pero aún nos falta una comprensión completa de nuestrogenoma y de cómo funcionan juntas las numerosas piezas que componen nuestro ADN.
Lascélulas madre son otra vía interesante para realizar el sueño transhumano. Se trata de células que aún no se han "especializado", lo que significa que aún pueden convertirse en cualquier tipo de célula que haya actualmente en nuestro cuerpo. Si la tecnología médica encuentra un modo de controlar el crecimiento de las células madre, será posible eliminar la necesidad de trasplantes de órganos. Esto se debe a que los riñones, corazones o pulmones pueden crecer a partir de unas pocas células madre iniciales.
La nanotecnología es un campo interdisciplinar que abarca desde la biología hasta la ingeniería.
El objetivo es llegar a ser capaz de ensamblar máquinas y componentes con extrema precisión. Hay múltiples formas de lograr este objetivo y las posibles aplicaciones de una tecnología así son casi infinitas. Una forma de pensar en ello es volver a nuestro ADN. Después de todo, en un nivel abstracto, podríamos pensar en el ADN de nuestras células como una serie de instrucciones sobre cómo ensamblar todo lo demás. Luego, nuestros ribosomas se encargan del proceso de construcción, actuando efectivamente como un equipo de construcción miniaturizado. Desde el punto de vista de la ingeniería, ser capaz de fabricar estructuras ajustadas con alineaciones cristalinas perfectas significaría que podríamos fabricar materiales mucho más fuertes y ligeros que los que podemos conseguir hoy en día.
Puede que estos dos temas no estén directamente relacionados, pero forman parte de la misma esfera de tecnologías relacionadas con lo digital. La carga mental, también conocida como emulación del cerebro completo, no es exactamente una ciencia, sino un objetivo a alcanzar.
La idea es poder "cargar" directamente, o replicar perfectamente, el cerebro humano en un hardware cibernético. Esto podría cambiar por completo la forma en que conceptualizamos la vida o la muerte. Esto conlleva muchas cuestiones filosóficas y éticas, ninguna de ellas con una respuesta fácil. ¿Estas copias cibernéticas seguirían siendo nosotros? ¿Seguiríamos siendo capaces de sentir emociones como antes? ¿Cómo cambiarían la definición y los derechos civiles de otras máquinas? Obviamente, una mente humana que funcionara en una placa de silicio, por ejemplo, sería diferente en muchos aspectos. Por ejemplo, sería más fácil integrar sin problemas procesadores potentes en ciertas áreas de nuestro cerebro. La velocidad a la que viajarían los datos entre las sinapsis podría aumentar de forma espectacular.
Por último, no estaríamos atados a nuestros cuerpos biológicos. Podríamos depender únicamente de avatares virtuales y pasar la mayor parte de nuestro tiempo en unMetaverso, un reino diseñado de forma muy similar, o completamente diferente, a nuestro universo actual. Se trata de un concepto que pertenecía exclusivamente al ámbito de la ciencia ficción hace sólo unos años, pero que ahora se ha convertido en la corriente principal, con el antiguo Facebook adoptando el nombre de Meta.
Esto nos lleva a la criogenia. Se trata de un procedimiento médico avanzado que utiliza temperaturas extremadamente bajas para preservar los cuerpos humanos durante cientos, posiblemente miles de años. El procedimiento debe realizarse después de la muerte legal del individuo, ya que el proceso requiere la sustitución de tantos fluidos corporales como sea posible, incluida la sangre, por agentes anticongelantes. Tras alcanzar lentamente una temperatura de -196°C, todo el cuerpo se somete a un proceso denominado "vitrificación" que provoca la completa inmovilización de las células. Si se mantiene correctamente, este estado puede preservar el cuerpo indefinidamente. El objetivo es esperar el tiempo necesario para que la tecnología se ponga al día y poder revivir algún día a los pacientes
Esta tecnología podría resultar crucial en muchos aspectos. En primer lugar, puede ayudar a ampliar el alcance de la atención de emergencia para los pacientes que lo necesiten (como hacemos en Tomorrow Biostasis). Además, en el futuro podría abrir las puertas a cosas como los viajes espaciales de larga distancia a velocidades inferiores a la de la luz y mucho más. El Dr. Charles Tandy se ha referido a ella como una posible forma de lograr "viajes en el tiempo dirigidos hacia el futuro".En última instancia, en un futuro a corto plazo, podría conducir a la creación de "bancos de donantes de órganos", lo que significaría que ya no tendríamos que desperdiciar una gran parte de los órganos necesarios para los trasplantes debido a las limitaciones de tiempo.
Disponemos de métodos de trabajo para criopreservar seres humanos (y los perfeccionamos constantemente) desde los años 70. Sin embargo, el mayor reto de la criónica sigue siendo la fase de calentamiento. Aunque la calidad de la preservación que se puede conseguir hoy en día es muy alta, reanimar un cuerpo, o incluso sólo un órgano, sigue planteando muchos retos. La nanotecnología podría ser, en el futuro, lo que nos permita lograrlo, pero lo bueno de esta tecnología es que el tiempo importa poco o nada. Mientras seamos capaces de criopreservar con éxito a alguien, el tiempo necesario para ver una mejora significativa en la tecnología es un factor insignificante para el paciente criopreservado.
¿Cómo llegaremos hasta allí? ¿Y cuánto tiempo llevará? Aunque estas dos preguntas apenas tienen respuesta por el momento, tenemos una idea general de cómo podrían funcionar las cosas. Casi todos los transhumanistas están familiarizados con el término "singularidad tecnológica".
Este concepto puede reducirse a lo siguiente: si progresamos lo suficiente, se cree que llegaremos a un punto en el que la curva que representa el crecimiento tecnológico será casi vertical. Esto se traduciría en una revolución de todo lo que conocemos que posiblemente ocurra en cuestión de días, si no de horas. Al ser todavía un concepto abstracto, el "cómo" relativo a la singularidad tecnológica sigue sin resolverse. Sin embargo, hay grandes esperanzas puestas en el futuro desarrollo de la IA, en particular de la llamadaAGI (Inteligencia General Artificial). Se trata de un tipo de máquina que no está limitada por su código a aplicarse a un solo campo. En teoría, una AGI podría servir para trabajar tanto en la física como en la literatura o las emociones humanas. Por ejemplo, si fuéramos capaces de desarrollar una IA capaz de programar otras y mejores, eso podría ser el punto de inflexión para alcanzar la superinteligencia. En otras palabras, la inteligencia humana podría quedar repentinamente obsoleta.
Por último, ¿qué relación tienen el transhumanismo y la criónica? A primera vista, la biostasis es poco más que otra de las ciencias seguidas con esperanza por los transhumanistas, al igual que los avances en nanotecnología o biotecnología. Sin embargo, en realidad hay una gran diferencia que separa la biostasis del resto. La primera mitad del avance en este campo, posiblemente la más importante, ya está aquí. Sólo tenemos que ser capaces de sacar a los pacientes del sueño criónico, pero ya podemos preservarlos con precisión. Si te interesa ver de primera mano cómo se desarrollarán las tecnologías dentro de cientos de años, la criónica ya te ofrece una forma de hacerlo. A menos que te apuntes a la criopreservación de tu cuerpo, lo más probable es que no puedas ser testigo de cómo será el mundo en 2250. Así que, ¿por qué no hacerlo? En Tomorrow Biostasis ofrecemos planes accesibles y una guía completa para ayudarte a saber más sobre la criónica para dar el salto de tu vida.
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