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Aparte del futuro, la tecnología criogénica también podría permitirnos explorar planetas lejanos.
Hace entre cinco y siete millones de años, aparecieron los primeros antepasados humanos cuando algunos animales parecidos a los simios del Triángulo de Afar, en África Oriental, empezaron a caminar sobre dos patas. A partir de ahí, empezaron a expandirse y a explorar el mundo que les rodeaba. Emigraron a otros continentes, poblando lo que hoy es Europa, Asia y América. Algunos construyeron barcos y navegaron enormes distancias hasta islas que no sabían que existían.
Hoy lo sabemos (casi) todo sobre la Tierra. Ahora, miramos al espacio. Hace más de 50 años, pisamos la Luna. Ahora, nuestro próximo objetivo es Marte. Después de eso, podríamos pasar a otros planetas de nuestro sistema solar. Quizá exploremos más allá de la Vía Láctea. Quizá lleguemos a viajar a otras galaxias. Sin embargo, para que esto sea posible, la humanidad debe desarrollar primero tecnologías como el criosueño y la criopreservación humana.
Un gran problema relacionado con los viajes espaciales es la velocidad y la distancia. Como los planetas están tan lejos unos de otros, puede llevar años, incluso siglos, ir de un planeta a otro. Consideremos los viajes espaciales interestelares dentro de nuestro sistema solar.
Según la NASA, por término medio y con las tecnologías actuales, se tardarían unos 7 meses en llegar a Marte, que está situado a una distancia de 480 millones de km de la Tierra a lo largo de su órbita. Una nave espacial necesitaría unos 6 años para llegar a Júpiter y 9,5 años para llegar a Plutón. Si alguna vez te has aburrido en un vuelo de larga distancia, imagínate pasar años esperando dentro de una nave espacial.
¿Cuánto tardaríamos en viajar entre galaxias? Por ejemplo, si quisiéramos ir a la galaxia de Andrómeda, la gran galaxia espiral más cercana, ¿cuánto tiempo tardaríamos? La distancia a recorrer es de 2.537 millones de años-luz , lo que equivale a unos 22.833.000.000 millones de km. Si comparamos esta cifra con los siete meses necesarios para aterrizar en Marte, podemos ver que tardaríamos unos 28 millones de años en llegar a la galaxia de Andrómeda. Esta cifra no es exacta, pero puede darnos una idea del tiempo que se necesitaría para realizar viajes intergalácticos. Dado que ningún ser humano puede vivir tanto tiempo y que nuestra conciencia sigue siendo perecedera, ¿cómo podemos resolver este problema?
Muchas películas de ciencia ficción, como 2001: Odisea del espacio, Interstellar o Passengers, ya nos han mostrado una posible opción: el sueño criogénico inducido, también conocido como (¡incorrectamente!) ¡animación suspendida! Para ser exactos, el "sueño criogénico" implica temperaturas muy bajas, mientras que la "animaciónsuspendida" suele conseguirse con una reducción de sólo unos pocos grados. Sin embargo, en los medios de comunicación populares, los términos suelen utilizarse indistintamente.
El sueño criogénico puede considerarse una especie de hibernación humana inducida artificialmente. En la naturaleza, hay varios animales que pueden disminuir su metabolismo reduciendo la temperatura de su cuerpo. En este estado de biostasis, pueden pasar meses con alimentos y agua limitados.
Por poner un ejemplo, las ardillas de tierra pasan 8 meses en un estado de hibernación llamado torpor, durante el cual su ritmo cardíaco, metabolismo y temperatura corporal son increíblemente bajos. Al cabo de esos meses, su cuerpo se calienta y "vuelven a la vida" sin sufrir ningún daño. Aunque los humanos no pueden decidir por sí mismos hibernar de forma natural, la tecnología médica podría ser capaz de inducir este estado. Varios investigadores estudian actualmente cómo hacer que los humanos entren en algo parecido al criosueño. Desde un punto de vista médico, esto podría ayudar a tratar enfermedades como las cardiopatías, la diabetes y el Alzheimer.
Si queremos llegar con el tiempo a planetas extragalácticos, criónica la criopreservación humana puede ser la solución que buscamos. Se trata de un procedimiento al que se somete un paciente tras su muerte legal y que permite conservarlo durante el tiempo que sea necesario mediante el uso de temperaturas criogénicas (-196 °C). De hecho, mediante la vitrificación se detienen todos los procesos biológicos. Los astronautas podrían conservarse incluso hasta 28.000 años, sin prácticamente ningún cambio ni degradación.
Está claro que los investigadores tendrán que desarrollar la tecnología necesaria para la reanimación antes de plantearse siquiera cómo aplicar la crioconservación a la exploración espacial. En cualquier caso, aún nos quedan bastantes planetas por explorar en nuestra galaxia.
¿Hay investigadores intentando conseguir el criosueño para viajes espaciales? La respuesta es sí. Ingenieros y científicos de la empresa aeroespacial SpaceWork Enterprises están trabajando en un proyecto llamado Torpor Inducing Transfer Habitat For Human Stasis To Mars para la NASA.
Se trata de utilizar una práctica médica denominada hipotermia terapéutica (TH), que se aplica habitualmente en lesiones traumáticas. La tasa metabólica se reduce significativamente al enfriar el cuerpo sólo entre 5 y 7 grados centígrados. De hecho, disminuye entre un 5% y un 7% por cada 1°C menos de temperatura corporal central.
Los astronautas pasarán por varios ciclos de dos semanas de animaciones suspendidas. Durante ese tiempo recibirán alimentación intravenosa y sus desechos se eliminarán a través de catéteres.
Teniendo en cuenta lo que ya se está desarrollando para el sueño criogénico, el uso de esta tecnología en los vuelos espaciales podría no estar tan lejano. Ciertamente, aún quedan muchos problemas por resolver. Los viajes espaciales presentan numerosas dificultades. Para algunas de ellas, aún no hemos encontrado una solución. Sin embargo, si miramos al pasado, incluso la navegación a vela presentaba varias dificultades cuando la tecnología de que disponíamos estaba aún en pañales.
En Tomorrow Bio, nos entusiasma tener la oportunidad de presenciar los futuros avances de la tecnología aeroespacial. La tecnología de reanimación nos permitiría salvar vidas y dar a nuestros miembros la oportunidad de vivir una vida más larga. ¿Quién sabe si la crioconservación se utilizará también para viajes intergalácticos en el futuro?
¿Quiere saber más sobre criónica? Eche un vistazo a nuestra editorial en línea Tomorrow Insight. No olvide descargarse el siguiente libro electrónico, que le dará una visión general del procedimiento de crioconservación humana y de las posibilidades que ofrece para salvar vidas.